Y al mirarlo a los ojos la estrella se enamoró de aquel angel perdido, y supo que desde aquella noche su luz ya tenía dueño




miércoles, 24 de septiembre de 2014

MUERTE DE UN ANGEL

A veces vale la pena abrir los ojos, quitar esa venda que los cubre y que nos mantiene a salvo o al menos eso creemos porque la verdad es que aunque no queramos verlas las cosas están ahí, la realidad es la misma aunque nosotros no queramos enfrentarla.

Hoy después de siete años y sin saber porque decidí hacerlo. No se expresar bien todo el dolor que sentí, una pena enorme invadió mi alma al ver de nuevo al que yo creía mi ángel, ese que desapareció un día inesperado, escondido tras un silencio y que rompió mi corazón y mis ilusiones.

Durante estos años he soñado que un día volverías a mi, que el destino nos volvería unir, que eramos almas gemelas que habían sido separadas solo para volver a reencontrarse en un futuro para permanecer unidas para siempre.
 Soñaba que buscabas en otras mi recuerdo y que acabarías dándote cuenta de que era a mi a quien amabas.
Como digo todo eran sueños y ahora se que estos nunca nunca se harán realidad. Ahora incluso dudo de que en algún momento me quisieras, los recuerdos se desdibujan y me hacen pensar en que quizás fui  yo la que creí que lo nuestro era especial, que era único,  y eso me mata.
 Lo más duro es darte cuenta de que no fuiste nada más que un paso intermedio para esa persona, un puente para cruzar a otra vida totalmente diferente.

Hoy después de toda una noche llorando por ti, por nosotros,  me desperté más vacía que nunca, sintiendo un dolor profundo en el pecho por saber que ahora te perdí para siempre, que ya no hay esperanzas ni finales felices para mi. Porque ya no te reconozco, ya no se quien eres.
 Mi angel amado ha muerto y con él la luz de su estrella se ha apagado en mi cielo.
Solo queda oscuridad en mi, solo eso.